La autoestima afecta a todas las áreas de tu vida (el trabajo, el amor, el sexo, las relaciones sociales o tu capacidad para superar situaciones difíciles y progresar)

La autoestima se construye desde la infancia. Sin embargo, la autoestima no es estática, y aunque hayas recibido influencias negativas, puedes tomar conciencia y trabajar para modificarlas.

La autoestima es un sentimiento de capacidad y valía personal. La autoestima es la confianza y el respeto que te tienes a ti mismo/a. Por lo tanto, es la forma como te percibes y te autovaloras. Y esta percepción afecta a todas las áreas de tu vida (el trabajo, el amor, el sexo, las relaciones sociales o tu capacidad de superar situaciones difíciles y progresar)

Tu autoestima se construye desde la infancia y depende, sobre todo, de la forma como te has relacionado con las personas significativas de tu vida. Por otra parte, la autoestima no es estática, puede modularse a lo largo de tu vida. Por lo tanto, aunque hayas recibido influencias negativas, puedes tomar conciencia y trabajar para modificarlas.

Otra de las herramientas que a menudo utilizas para construir tu autoestima, es compararte con otras personas. Cuando haces esta comparación, sueles destacar las virtudes de los demás, pensando que ellos son superiores a ti. Esta comparación parte de una construcción social. Para la sociedad donde vivimos, es importante que tengas un buen trabajo, que tengas belleza, que tengas pareja, que tengas familia … Pero todo ello son cosas pasajeras. A lo largo de tu vida irás perdiendo muchas de estas cosas que la vida te deja durante un tiempo limitado. La vida te hará afrontar situaciones como la pérdida de un trabajo, la pérdida de la belleza, la pérdida de una pareja, etc… Por lo tanto, si construyes tu autoestima a partir de la comparación con los demás, lo más probable es que acabes conviviendo con una autoestima baja.

Por lo tanto, para mejorar tu autoestima será necesario que hagas un trabajo interno, un trabajo que no dependa de factores externos, que te permita mantener una buena autoestima independientemente de las cosas buenas y malas que te pasan. Una autoestima que no dependa de satisfacer las expectativas de los demás, sino tus propias. Construir una autoestima que dependa de ti, te permitirá sentirte con confianza, apto y capaz para afrontar las diferentes situaciones que te plantea la vida. ¿Y qué necesitas para construir una alta autoestima?

1. Toma conciencia de ti mismo/a: haz un proceso de autoconocimiento en el que puedas tomar conciencia de cómo se ha formado esta autoestima. Esto te permitirá identificar los motivos conscientes o inconscientes por los que te comportas de una manera determinada y te permitirá entender por qué repites determinados patrones. También será importante comprender cuáles son tus verdaderos deseos, los que dan sentido a tu vida.

2. Aceptación: Aceptar no significa no desear cambios o evolucionar. De hecho, la aceptación es la condición previa al cambio. Si aceptas lo que sientes y lo que eres en todo momento, puedes tomar decisiones y ser consciente de tus acciones.

3. Mantente en contacto con tu niño interior. A menudo, puedes recordar el niño / a que fuiste como una fuente de dolor, rabia, miedo, rechazo… Y este rechazo hacia este niño puede seguir a lo largo de tu vida, donde este niño sigue existiendo en tu inconsciente. Por ejemplo, puedes encontrar pruebas de rechazo de los demás en tu vida diaria, sin darte cuenta de que las raíces de tus experiencias de rechazo son más internas que externas. Si aprendes a aceptar, perdonar y relacionarte de forma consciente con el niño que has sido, estarás en paz contigo mismo y tus respuestas adultas serán más adecuadas.

4. Deja de buscar la aprobación de los demás y evita el perfeccionismo. Por mucho que te esfuerces no podrás caer bien a todo el mundo ni ser perfecto. De hecho, algunas personas se alejan de la gente que constantemente busca la aprobación de los demás. Expresa tus puntos de vista y tus emociones de forma asertiva y adulta. Da valor a tu propio criterio.

5. Libérate de la culpa. La culpa sana te sirve para aceptar que a veces has sido responsable de actuaciones que han sido perjudiciales para otras personas, o por ti mismo/a, y te sirve para aprender formas de conducta más adecuadas a la situación. En cambio, la culpa neurótica es la que te hace culparte de todo y está muy relacionada con la influencia de las figuras de autoridad que han sido importantes para ti a lo largo de tu vida. Pregúntate si cuando sientes culpa intentas aprender de ella, o simplemente te angustias por lo que ha sucedido y sigues haciendo lo que hacías?

6. Vive de forma responsable. Las personas con buena autoestima tienen una actitud responsable para con sus deseos. Si tienes un problema, pregúntate que puedes hacer para solucionarlo. Si quieres algo, pregúntate cada uno de los pasos que necesitas para conseguirla.

7. Vive de forma auténtica. Si finges un amor que no sientes, si simulas una indiferencia que no sientes, si ríes cuando en realidad necesitas llorar o si te presentas como alguien que no eres. Son ejemplos de situaciones en las que no vivos de forma auténtica. La autoestima requiere coherencia contigo mismo/a. Si finges ser alguien que no eres, siempre tendrás la angustia de que te descubran y no podrás vivir de forma auténtica.

Abrir chat
Escanea el código
Hola,
¿Tienes preguntas sobre la terápia en Respira Psicología?